2 de octubre de 2011

Domingo en la cama


Vamos a perder el tiempo un rato.


Lo que yo venía a decir es que los domingos son para pasarlos con la persona que te hace sonreír el lunes por la mañana y el sábado por la noche.
Esa persona a la que no le importa tenerte toda la noche durmiendo en su pecho. Aquella persona a la que sonríes al despertar y a la que dices "Buenos días" con esa voz de recién amanecido que sólo quiere remolonear unas cuantas horas más en la cama. Esa persona que te deja usar su camisa como "salto de cama". Aquella a la que no te importa hacerle el desayuno. Esa persona a la que miras ensimismado mientras hace cosas cotidianas. Aquella que soporta cualquier música sin inmutarse y soltando un "Pues no está demasiado mal" sólo porque sabe que a ti te gusta. El que te tapa con la sábana para que no cojas frío. Con esa persona se deberían pasar los domingos.
Con un libro entre las manos y los pies sobre sus piernas, sin que se queje. O viendo una peli de esas que a mí me gustan, una española. Sin que se queje.



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