17 de octubre de 2011

Cuando no hace falta decir nada más.

No nos interrumpimos. Hablamos y soltamos lo que tenemos que soltar. Y sólo esperamos a que la otra asienta. No se necesita nada más. No hace falta nada más. Y nos entendemos jodidamente bien.
Es así y así es. Y están de más las preguntas. Las cosas salen solas, cuando tengan que salir. Después de un cocido o de indicar malamente con nuestro inglés a unos guiris cualquieras.
Y volvemos a una metáfora que empleamos siempre. Y ya está, no se necesita nada más. La procesión va por dentro.
Sólo por esos momentos, yo prefiero la horca que traicionar nada de lo que pueda salir de ahí.Y están de más algunas frases. Y las promesas, porque yo te cuento y tu me cuentas y así siempre.

Y luego, como somos unas frikis lerdas, Castle en vena. Y así siempre. Y nada más (Aunque ha quedado demostrado que me superas... ejem, friki)


She Crrrried...
Siempre Tristán, da igual cual de las dos sea. Ésta va por ti.

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