30 de enero de 2011

Jornadas de Estudio


"Un último acontecimiento vino a sumarse a este cúmulo de descontentos, cuando en las cortes de Aragón, cumpliendo el requisito del juramento como rey ante las misma, conoció la muerte de su abuelo Maximiliano y la vacante al trono de emperador del Sacro Imperio"
De La España del siglo XVI

"Por otra parte, el pasado era el marco idóneo para presentar héroes y hazañas que elevaran al estadio de mito las angustias y los anhelos contemporáneo"
De la literatura romántica

Hoy Pro [Ag. 2ª p. Sing.] has cantado muy bien
De las categorías tácitas

Dove si trova la fermata dell' autobus?
De Italiano para españoles

In nova fert animus mutatas dicere formas
corpora; di, coeptis (nam vos mutastis et illas)
adspirate meis primaque ab origine mundi
ad mea perpetuum deducite tempora carmen!
De Traducciones para repasar un latín más muerto que los RRCC

OJALA TODO ESTO ACABE PRONTO

28 de enero de 2011

Madriz, Madriz, MADRIZ

(Esto podría seguir con un: "pedazo de la España en que nací")
Llevo un par de días pensando es este trocito de geografía mundial en el que me ha tocado vivir.
Sí, vivo en la capital de España, un sitio que en los atlas aparece como Madrid, p
ero al que sus habitantes llaman Madrí o Madriz (Se llama ser castizo, o eso dicen)
Podría seguir alabando sus virtudes, sus sitios emblemáticos... pero se me acusaría de algo parecido al patriotismo.
No, hoy me quiero centrar en lo que te pierdes por ser de Madrid.
1. Cuando eres de Madrid y has nacido y crecido aquí, pasear por la Gran Vía se te hace algo normal. No hay cara de sorpresa ni "UAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAALA" que valga (Esto es aplicable a todos los rincones casi, véase el Retiro, la Plaza Mayor, la Puerta del Sol, el Paseo de Recoletos...)
2. Nunca podrás empezar tu monólogo con algo como "Cuando yo me vine a Madrid...."
3. No experimentarás las putadas que puedan hacerte en un colegio mayor cuando te vengas a la universidad, o en su defecto no experimentarás la sensación de libertad del paraíso llamado piso de estudiantes.
4. No presenciarás la escena de tu madre despidiéndote en la estación de autobuse
s del pueblo (pañuelo blanco al viento incluido) y esa muletilla de madre de: "ten cuidao', que allí la gente va a su aire, no se preocupan de na"

Y aquí se acaban las desgracias de eso de ser madrileño...
Por que por todo lo demás, tenemos una calle en la que en apenas un kilómetro tenemos más arte que el MOMA to' juntito (quizá sea exagerar, pero oye, menudos cuadros buenos que duermen en Madrid todas las noches, ¡QUE TENEMOS DE TODO, SEÑORES!)
Tenemos un parque con una escultura del demonio... y eso sólo lo puede decir
otra ciudad en el mundo (aunque el nuestros es más bonito, donde va a parar) y paredes irónicas con pintadas que dicen "no me gusta pintar en las paredes".
Y ese acento que dicen que tenemos, un acento muy.... GGGGGGGGGGGGGGGGGenial (Sí, nos gusta marcan el fonema /x/)
Y los héroes históricos (los que más me gustan, particularmente) son de aquí (Me refiero a los que se levantaron en armas el 2 de mayo, no a la Selección)
Y en nuestras calles se desarrolló el Siglo de Oro en plena ebullición, y el
Romanticismo con Victor Hugo (Es cierto que luego se fue a Francia con él, pero aquí se le ocurrió) y aquí se fraguó hacia 1927 una gran Generación...
Y somos tan chulos (y esta opinión la avala casi toda España, lo de chulos digo) que
tenemos hasta un cachito de Egipto en pleno centro.
Además, según el periódico, y a pesar de toda es contaminación que nos rodea, somos los más longevos de España así que aquí tan mal no se debe de vivir, por eso debe haber tantas canciones que hablan de esta tierra, por eso hay tantas canciones que hablan de Madrid.
(Mierda, yo que decía que no iba a alabar Madrid...)
El caso, que sólo nos falta la playa, pero oye, todo en esta vida no se puede tener... Y nos tocó vivir en la ciudad en la que un oso, por la crisis, se tuviera que comer un madroño para ver si se conseguía emborrachar y olvidarse de que aquí en invierno las calles nunca
están vacías aunque hagan un frío de esos de nevar.





22 de enero de 2011

Promesas que no valen nada


Le miró a través del ruido, de sus gafas de sol, de las conversaciones de su alrededor, de los rayos de luz, y vio en sus ojos aquella eterna promesa errante que jamás se había atrevido a bajar a su boca y desprenderse de su voz.
Le odió internamente durante un segundo antes de lanzarse a esos brazos suyos que le esperaban abiertos las 24 horas del día.

¡¡PROMETEMELO!! - pensó entonces.



14 de enero de 2011

Días sacados del otro hemisferio del mundo

En aquel extraño día, el mes de Junio parecía haber aparcado en su terraza. Se sorprendió quedándose en manga corta mientras tendía aquellas sábanas de franela de su colada. Todo parecía sacado de un cuadro de Dalí, o de una obra de Valle-Inclán.
"En manga corta un 14 de Enero... ¡Y en España!" pensó mientras recordaba aquella novela argentina que hablaba de un Enero caluroso como nunca, pero claro, en el otro hemisferio donde los eneros eran siempre calurosos.
En su camino hacia el hospital (No, no estaba enferma, solía ir a observar a la gente) pasó junto a los arbustos que habían plantado el otoño anterior. El romero olía mejor que nunca.
Había olvidado su abrigo con un 40% de lana en su composición y había cogido la cazadora de cuero.
Le encantaba aquella sensación extraña que se respiraba y se veía reflejada en la cara de toda la gente con la que se cruzaba.
Seguramente todos pensaran: "Que extraña esta mañana"

13 de enero de 2011

Realidades aparentes

Que de vez en cuando te transfigures y me parezca que tu voz ha estado presente en todas las películas que me han llenado, o que objetos inanimados como puede ser la tapa del desbloqueo de puertas del metro se ponga a aplaudirme mientras escucho música en un iPod, que cuando le da por ponerse melancólico sólo quiere que escuche a Frank Sinatra o a compositores de música clásica, o que por efectos de luces el cielo me parezca morado, o que un día de pleno Enero la temperatura sea tan agradable como para plantearse ir sin abrigo por la calle son sólo realidades aparentes, no patrones de situaciones que se dan habitualmente y de forma continuada en el tiempo, pero la culpa es de mi percepción, no te preocupes...

10 de enero de 2011

La mala interpretación


A toda la gente que entraba y salía del hotel le sorprendía ver un pequeño jarrón con una pequeña rama de bambú colgada en la pared del ascensor, un toque demasiado moderno para un hotel de paredes forradas por carísimos tapices;

Lo que nadie sabía es que aquello había sido un regalo de Lola (la recepcionista) a Marcelo (el ascensorista) y que éste lo guardaba con especial cariño porque era como tener un pedacito de Lola, un rayo de sol dentro de una caja, que le hacía más llevaderas aquellas interminables jornadas de 8,9 o 10 horas diarias de lunes a viernes... de miércoles a domingo... horario rotativo, ya sabéis.

Marcelo le prestaba todo tipo de cuidados y atenciones, le cambiaba el agua todos los días, le hablaba, hacia todo lo que le habían dicho en la floristería del hotel, pero nada, el bambú no crecía, incluso le añadía vitaminas al agua, y nada, el bambú no crecía.

-No sé, Marcelo, no sé porque no crece - le decía Lola - pero lo importante no es que crezca sino que tu lo mantienes vivo, contigo esta cogiendo fuerzas y verás como pronto empieza a crecer y crecer y te lo tienes que llevar a casa porque no cabe en el jarroncito.

Como habréis podido adivinar Marcelo estaba profundamente enamorado de Lola; en silencio; y el pensaba que Lola al hablar del bambú, hablaba de ella misma, y, que lo que quería decirle es que ella también estaba enamorada de él, y que le pedía que la esperara, que la diera un poco un poco de tiempo y que serian muy felices juntos, pero que no se atrevía por timidez, como le pasaba a él.

Lo que Marcelo no sabía, es que aquel bambú no crecía porque fue comprado para otra persona, un joven escritor que vivió meses en la habitación 1006 del hotel, con el que Lola mantuvo una secreta historia de amor, que terminó un día de abril, cuando ella subió como cada mañana a entregarle el correo con el bambú escondido bajo la chaqueta y vio que se había ido, sin un adiós, sin un hasta pronto, y mucho menos sin un nos vemos luego...

Y el bambú fue a parar a manos de Marcelo, porque fue la primera cara amiga que Lola encontró mientras se la rompía el corazón en mil pedacitos con la misma rapidez con la que un ascensor baja de la décima a la planta suelo y aquellos minutos fueron un sin fin de miradas malentendidas y sentimientos contenidos, suficientes para que Marcelo albergara una esperanza de amor correspondido.


De este texto no conozco el autor, ni sé si es original o copia, pero, por alguna maravillosa casualidad de la que no me acuerdo, llegó a mis manos hace ya algún tiempo. Con esta aclaración sólo pretendo excusarme, no vaya a ser que por casualidades de la vida aparezca su autor/a y me acuse de algo que jamás he sido, ni pretendo ser. Simplemente pienso que es algo tan bueno que debería ser compartido.

5 de enero de 2011

Punto de no retorno


Límite, frontera, barrera.
Atrás quedó.
Cruzaste la línea prohibida.
Ya no hay camino,
no hay estelas en la mar.
Sólo existe la nada,
pero no hay lugar para "nadear".
Cruzaste la línea prohibida.
Ya no hay vuelta atrás.
Dejaste tu perdida arboleda,
dejaste tu lugar especial.
Cruzaste la línea prohibida.
Ya no hay donde esperar
Rozaste la esfera dorada,
rozaste la inmortalidad.
Cruzaste la línea prohibida.
Quebraste el horizonte al gritar.
Murió contigo la esperanza,
murió contigo la libertad.
Cruzaste la línea prohibida.
Ni el viento te oirá respirar.
Cruzaste la línea prohibida.
No oirás al jilguero trinar
ni el cantar de la zumaya
hoy te hará dormitar.
Cruzaste la línea prohibida.
Ya no hay vuelta atrás.

4 de enero de 2011

Secretos

Secreto (por la Real Academia de la Lengua Española):

secreto1.

(Del lat. secrētum).

1. m. Cosa que cuidadosamente se tiene reservada y oculta.

2. m. Reserva, sigilo.

3. m. Conocimiento que exclusivamente alguien posee de la virtud o propiedades de una cosa o de un procedimiento útil en medicina o en otra ciencia, arte u oficio.

4. m. misterio (cosa que no se puede comprender).

5. m. misterio (negocio muy reservado).

6. m. Escondrijo que suelen tener algunos muebles para guardar papeles, dinero u otras cosas.

7. m. En algunas cerraduras, mecanismo oculto, cuyo manejo es preciso conocer de antemano para poder abrirlas.

8. m. Despacho de las causas de fe, en las cuales entendía secretamente el antiguo Tribunal eclesiástico de la Inquisición.

9. m. Secretaría en que se despachaban y custodiaban estas causas.

10. m. Mús. Tabla armónica del órgano, del piano y de otros instrumentos semejantes.

11. m. ant. secreta (examen de algunas universidades para tomar el grado de licenciado).

12. adv. m. ant. De manera secreta.


Demasiadas definiciones y ninguna la comparto objetivamente, a decir verdad.

Un secreto es algo frágil, algo que se regala a una persona de confianza. Hasta aquí, todo precioso. Pero es también un arma de doble filo, una pequeña, llamemosle, cuerda que ata a las dos personas que lo comparten. Además es un contrato de fidelidad ante todo y a ese contrato le da por hacer noche y asentarse en el pecho, luchando por salir a la menor ocasión.

Aún con sus cosas buenas y sus cosas malas, ser "guardián" de secretos ajenos y propios es algo que te hace estar conectado al mundo, a un mundo al que se pertenece por méritos propios.


Bolcheviques con flaquezas


-¿Y qué eres, entonces?
-Yo soy bolchevique. [...] Lo que queremos los bolcheviques es fusilar a la gente como tu padre y después fusilar a los pobres, para que se enteren de que todos son unos sinvergüenzas y nadie merece que lo salven.
-Es una broma. Te estás riendo de mí.
-Claro que me río. Yo no soy nada, y lo que sea lo dejo si tú me lo pides.
-Estás loco, poli.
-Para nada. Tengo mi opinión sobre lo que vale la mierda que circula por la cabeza de la gente. Ni una lágrima tuya, preciosa
Lorenzo Silva, La flaqueza del bolchevique.

Es un de esos libros que queda en un riconcito del alma, y que a veces, por situaciones de la vida, se recuerdan, aunque pueda ser algo ¿preocupante?

2 de enero de 2011

2011


·365 días para hacerlo bien... No creo que sea tan difícil·

Prometo no hacer propósitos este año, así me evitaré la molestia de tener que incumplirlos...