"En manga corta un 14 de Enero... ¡Y en España!" pensó mientras recordaba aquella novela argentina que hablaba de un Enero caluroso como nunca, pero claro, en el otro hemisferio donde los eneros eran siempre calurosos.
En su camino hacia el hospital (No, no estaba enferma, solía ir a observar a la gente) pasó junto a los arbustos que habían plantado el otoño anterior. El romero olía mejor que nunca.
Había olvidado su abrigo con un 40% de lana en su composición y había cogido la cazadora de cuero.
Le encantaba aquella sensación extraña que se respiraba y se veía reflejada en la cara de toda la gente con la que se cruzaba.
Seguramente todos pensaran: "Que extraña esta mañana"
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