16 de abril de 2011

Reflexiones de noche, sin luz ni neuronas

Nunca he sido prosista

Ni poeta. No colguemos etiquetas al azar.
Sí, a veces las cosas rimaban y se ajustaban a unos cánones, pero poco más.
Era la música mágica de las palabras la que se apoderaba de mi boli Bic.
Ahora sólo está jugando conmigo, al escondite o algo así, y el espíritu de todos los textos jurídicos me busca con ansia.

Art. 23: El sujeto lírico no volverá a tomar ningún instrumento de escritura al menos hasta que encuentre la melodía perdida, bajo pena de prosa eterna y sepultura en libros de Realistas Europeos. Ante esta tesitura se recomienda teatro del absurdo, poesía de postguerra y mucho barroco para intentar salvar todo lo salvable. La negación en rotundo a estos botes salvavidas supondrá el destierro a la facultad de Ciencias políticas, o en casos extremos a Periodismo.

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