Acércate más.
Más. Más.
Un poco más.
A dos centímetros de mi boca,
o un poco más cerca.
Háblame desde ahí,
que nuestros alientos se confundan.
Más cerca aún
¿Ves mi sonrisa?
Es porque sé que nuestros labios
están a punto de rozarse.
Y se rozan.
Y nos apartamos jugando.
Y las respiraciones se entrecortan.
Y ahora vamos a hacer que nuestros labios se confundan.
Sin respirar.
¿Qué importa?
Coge aliento que allá voy
Y me pierdo.
En tu maldita boca.
Te voy a morder ¿vale?
No muy fuerte.
Tú suspiras, yo sonrío.
Y te susurro.
Muy, muy cerca de tu boca.
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