23 de junio de 2011

Adicciones de ayer y de hoy

Eres una droga mala. No, no me destruyes, es que me haces poco efecto.
Tienes tus subidones. Ahí es cuando me creo que no podría vivir sin ti, que sin quererlo caí. Efectos secundarios, como los de las setas.
Ahora llevo demasiado sin consumir. Y no hay mono (lo siento, es así) Ni necesidad. Ni gremlins en ninguna cavidad de mi cuerpo.
Que no me importaría volver a probarte, claro. Negarte eso sería como intentar cubrir el mar con una lona de flores hawaianas.
Pero me gusta que seamos intermitentes. Es seguro. Es bueno para los dos.
Equilibrio, esa es la palabra. Después de todo, equilibrio. Y eso es bueno, para mí sobre todo (Llámame egoísta. Me lo merezco, pero me preocupa mi salud mental)

Pensándolo bien, como droga tampoco estás tan mal.

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