15 de marzo de 2012

#1503

El mundo se ha cerrado de repente.
Ya nada entra en él y ya nada puede salir.
Me he quedado atrapada en la magia de unos acordes que han entrado como un vendaval. Arrasándolo todo a su paso, como hacia siglos que no ocurría.
Uno de esos flechazos, de esos romances que se recuerdan toda la vida y que sabes que te acompañarán a la tumba.

Aparece el mismo miedo de siempre
¿Y si se le acaba la magia?
Sólo ha habido una cosa en el mundo que haya sobrevivido a semejante explotación. Pero hay algo detro que dice: "Tranquila, sobrevivirá". Así que sigue tronando en mis oídos su intensa melodía. Como un eco eterno. Y sus palabras me bailan en el cerebro. Todo el día, sin descanso.

El mundo se ha cerrado de repente. Y es cómodo. El mundo se ha llenado de rojos y de blancos. De cuadros impresionistas, de ópera, de poesía.
El mundo ha cambiado, el mundo se ha vuelto selecto. Y ya no hay musas de rostro conocido. De un rostro que yo haya acariciado alguna noche antes de dormir.
El mundo es salvaje y se deja explorar.
El mundo está desperdigado dentro de edificios que no suelo transitar. El mundo huele a óleo.
El mundo tiene voz de hombre. El mundo sabe a humo.
El mundo es nuevo y a la vez, terriblemente viejo.
El mundo ha cambiado y me ha acogido en su seno, como siempre.

El mundo permanecerá cerrado a visitas por un tiempo indefinido. Disculpen las molestias. 

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