Imagino los domingos en la cama, de mimos infinitos.
Terminarían siempre en poesía, la que yo leería en el refugio de tus brazos.
"Un poema más y nos dormimos, que mañana hay que madrugar"
"Un poema más, venga"
Y entonces elegiría mi favorito, ese que está a medio subrayar.
Y te lo leería y no haría falta ningún poema más.
Y te escucharía decir "Apaga la luz y ven aquí, anda"
Y no haría falta ningún poema más.
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