25 de enero de 2012

Te me apareces en los espejos

Como un fantasma.
Cuando menos necesito tu presencia, cuando más incómoda se me hace. Cuando eres lo último que necesito.
Apareces. Te imagino con esa cara de "Hey, pasaba por aquí y he pensado que podría quitarte unos minutos de tu tiempo, si te dejas, claro".
Pero nunca son minutos. Son horas, son noches, son días.

-¿No tienes otro momento para volver? ¿Tiene que ser ahora?
-Claro que tiene que ser ahora. Tengo que joderte la vida ¿recuerdas?
-No recuerdo ese trato.
-Era un acuerdo tácito ¿Se me olvidó comentarlo?
-...

Y así, siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario