17 de marzo de 2011

Mis pertenencias


De entre todos los objetos que puedo considerar míos, hay algunos a los que les guardo más cariño.
Aquel Harry Potter y la piedra filosofal que se manchó con una pera aplastada, mi Perro del hortelano con la mancha de tinta verde de aquel boli que me olvidé de cerrar y guardé en el estuche sin más, el Luces de bohemia con celo rosa en las esquinas porque no había del transparente, el de Poesías inéditas de juventud de Lorca subrayado y anotado en lápiz, El principito que me regalaron cuando era pequeña, El reino prohibido y su rara encuadernación, las Leyendas y sus tapas azules que tuve que forrar por el uso...
Era lógico que algunas de mis pertenencias más queridas fueran libros, no puedo negar que me crié entre sus hojas y sus historias.

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