3 de septiembre de 2011

Sobre el cambio y el cine español (O cine, a secas)

Ha vuelto. Ella. La obsesión. Y ellos, todos los que le acompañan siempre a mi cama.
Ahora dormimos todos juntos, sin molestarnos demasiado. Hemos sido compañeros de aventuras mucho tiempo.


-¿Por qué has vuelto?
-Tú me lo has pedido.
-Siempre vienes cuando más te necesito.
-Siempre. Ahora quieres un cambio ¿lo sabías?
-Lo suponía.
-I'm your keeper. Ahora todo vuelve a ser como antes.
-Siempre estarás aquí, cuando yo te necesite ¿verdad? Nunca me dejarás.
-No, siempre estaré aquí, aunque a veces no me veas. Siempre.
-Ven, duerme conmigo, como has hecho siempre ¿Me abrazarás esta noche?
-Te abrazaré todas las noches de tu vida si es lo que quieres.
-Es lo que quiero. Me haces recordar lo que me hace sonreir.
-Siempre.

Ella, la obsesión es la eterna sonrisa. Plasmada en la pantalla del ordenador, de la tele, del cine. Ella, o él. O ello. Siempre.
Hasta que todo explote.

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