17 de septiembre de 2011

Conversaciones a través del tiempo


A mi yo de 2006: Vengüenza te tendría que dar. Hoy he encontrado nuestro diario. Nuestro yo de 2004 escribía mejor que tú, y con menos faltas, lo que es alarmante. Gracias a Dios ahora soy yo la que se ocupa de la escritura (¿Pero qué clase de futura filóloga eras, querida?)
Tengo que decirte que aquellos chicos por los que suspirábamos ahora son nombres diluidos en el tiempo ¿Los recuerdas? Aquellos sin los que no podías vivir. Aquellos que nunca llegaron a nada. Ésos.
Lo primero que he pensado al empezar a leer es que era una puta retrasada (Te parecerá bonito hacerme sufrir así...) Luego he recordado que las hormonas de la adolescencia estaba de por medio.
Conseguiste llegar a la facultad ¿sabes? ¡Y te libraste por fin de las matemáticas! Si te dijera que fue dificil te mentiría. Seguimos teniendo tanta suerte como antes.
Eso sí, seguimos queriendo comernos el mundo. Como siempre, vamos. Hay cosas que no han cambiado por muchos años que hayan pasado.
Como cuando se nos podía la piel de gallina al ver las imágenes del atentado de Atocha. Ahora ya no impresiona tanto, porque me he vuelto más insensible a todo. Pero no he podido evitar recordarlo hoy. Nuestro yo de 2004 lo reflejó en su diario ese mismo día. Estuvimos preocupadas. Mucho.

En una de las páginas de esos recuerdos teníamos un secreto que no podíamos contarle al diario. Ya no me acuerdo de que era. Una tontería, seguro, pero posiblemente entonces sería importante. Vete tú a saber. Ya nunca lo sabremos, creo yo.
Ahora te dejo, tengo que hablar con alguien a quién todavía no conocemos.

Señorita Mer del futuro: En primer lugar, espero que hayas terminado la carrera, entre otras cosas porque significará que en 2012 no se acabó el mundo y no tiré el último año de mi vida entre la historia del libro, la del español y las literaturas hasta el siglo XVIII.
Habrás aprendido de mis errores, supongo, de los que ya he cometido, de los que estaré cometiendo ahora y de los que cometeré. Y si no... Eres una jodida inútil (Y no rechistes, sabes que es así)
¿Has conseguido que sentemos la cabeza? ¿Te pareceré una imbécil ahora? ¿Seguiremos teniendo la misma letra que tanto le gusta a mamá?
Haz deporte, come sano y esas cosas... que ya tienes una edad para empezar a cuidarte, querida.
Cuídate, termínate de una vez Cien años de soledad y encárgate de hacernos feliz.
(P.D. Espero que siga habiendo buen cine español de ese que nos gusta, o a esas alturas nos sabremos los guiones de todas las películas de Almodóvar, Médem y Pilar Miró de memoria)

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