26 de febrero de 2011

Sobre el cambio y las luces de neón


Siempre me he considerado como una persona tranquila, taimada y consciente y ahora de repente lo único que quiero es frecuentar esos bares con luces intermitentes de neón y música insoportable a no ser que tengas algunos grados de alcohol en sangre.
Y beber y dejar atrás la estúpida conciencia que siempre me ha dicho "No sigas por ahí, sólo hay problemas".
Sí, creo que empiezo a atravesar una de esas etapas de rebeldía, poesía y transición.

Otro tequila, por favor

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