"Un último acontecimiento vino a sumarse a este cúmulo de descontentos, cuando en las cortes de Aragón, cumpliendo el requisito del juramento como rey ante las misma, conoció la muerte de su abuelo Maximiliano y la vacante al trono de emperador del Sacro Imperio"
30 de enero de 2011
Jornadas de Estudio
"Un último acontecimiento vino a sumarse a este cúmulo de descontentos, cuando en las cortes de Aragón, cumpliendo el requisito del juramento como rey ante las misma, conoció la muerte de su abuelo Maximiliano y la vacante al trono de emperador del Sacro Imperio"
28 de enero de 2011
Madriz, Madriz, MADRIZ
22 de enero de 2011
Promesas que no valen nada
15 de enero de 2011
14 de enero de 2011
Días sacados del otro hemisferio del mundo
13 de enero de 2011
Realidades aparentes
10 de enero de 2011
La mala interpretación
A toda la gente que entraba y salía del hotel le sorprendía ver un pequeño jarrón con una pequeña rama de bambú colgada en la pared del ascensor, un toque demasiado moderno para un hotel de paredes forradas por carísimos tapices;
Lo que nadie sabía es que aquello había sido un regalo de Lola (la recepcionista) a Marcelo (el ascensorista) y que éste lo guardaba con especial cariño porque era como tener un pedacito de Lola, un rayo de sol dentro de una caja, que le hacía más llevaderas aquellas interminables jornadas de 8,9 o 10 horas diarias de lunes a viernes... de miércoles a domingo... horario rotativo, ya sabéis.
Marcelo le prestaba todo tipo de cuidados y atenciones, le cambiaba el agua todos los días, le hablaba, hacia todo lo que le habían dicho en la floristería del hotel, pero nada, el bambú no crecía, incluso le añadía vitaminas al agua, y nada, el bambú no crecía.
-No sé, Marcelo, no sé porque no crece - le decía Lola - pero lo importante no es que crezca sino que tu lo mantienes vivo, contigo esta cogiendo fuerzas y verás como pronto empieza a crecer y crecer y te lo tienes que llevar a casa porque no cabe en el jarroncito.
Como habréis podido adivinar Marcelo estaba profundamente enamorado de Lola; en silencio; y el pensaba que Lola al hablar del bambú, hablaba de ella misma, y, que lo que quería decirle es que ella también estaba enamorada de él, y que le pedía que la esperara, que la diera un poco un poco de tiempo y que serian muy felices juntos, pero que no se atrevía por timidez, como le pasaba a él.
Lo que Marcelo no sabía, es que aquel bambú no crecía porque fue comprado para otra persona, un joven escritor que vivió meses en la habitación 1006 del hotel, con el que Lola mantuvo una secreta historia de amor, que terminó un día de abril, cuando ella subió como cada mañana a entregarle el correo con el bambú escondido bajo la chaqueta y vio que se había ido, sin un adiós, sin un hasta pronto, y mucho menos sin un nos vemos luego...
Y el bambú fue a parar a manos de Marcelo, porque fue la primera cara amiga que Lola encontró mientras se la rompía el corazón en mil pedacitos con la misma rapidez con la que un ascensor baja de la décima a la planta suelo y aquellos minutos fueron un sin fin de miradas malentendidas y sentimientos contenidos, suficientes para que Marcelo albergara una esperanza de amor correspondido.
De este texto no conozco el autor, ni sé si es original o copia, pero, por alguna maravillosa casualidad de la que no me acuerdo, llegó a mis manos hace ya algún tiempo. Con esta aclaración sólo pretendo excusarme, no vaya a ser que por casualidades de la vida aparezca su autor/a y me acuse de algo que jamás he sido, ni pretendo ser. Simplemente pienso que es algo tan bueno que debería ser compartido.
5 de enero de 2011
Punto de no retorno
4 de enero de 2011
Secretos
secreto1.
1. m. Cosa que cuidadosamente se tiene reservada y oculta.
3. m. Conocimiento que exclusivamente alguien posee de la virtud o propiedades de una cosa o de un procedimiento útil en medicina o en otra ciencia, arte u oficio.
4. m. misterio (‖ cosa que no se puede comprender).
5. m. misterio (‖ negocio muy reservado).
6. m. Escondrijo que suelen tener algunos muebles para guardar papeles, dinero u otras cosas.
7. m. En algunas cerraduras, mecanismo oculto, cuyo manejo es preciso conocer de antemano para poder abrirlas.
8. m. Despacho de las causas de fe, en las cuales entendía secretamente el antiguo Tribunal eclesiástico de la Inquisición.
9. m. Secretaría en que se despachaban y custodiaban estas causas.
10. m. Mús. Tabla armónica del órgano, del piano y de otros instrumentos semejantes.
11. m. ant. secreta (‖ examen de algunas universidades para tomar el grado de licenciado).
12. adv. m. ant. De manera secreta.
Un secreto es algo frágil, algo que se regala a una persona de confianza. Hasta aquí, todo precioso. Pero es también un arma de doble filo, una pequeña, llamemosle, cuerda que ata a las dos personas que lo comparten. Además es un contrato de fidelidad ante todo y a ese contrato le da por hacer noche y asentarse en el pecho, luchando por salir a la menor ocasión.
Aún con sus cosas buenas y sus cosas malas, ser "guardián" de secretos ajenos y propios es algo que te hace estar conectado al mundo, a un mundo al que se pertenece por méritos propios.
Bolcheviques con flaquezas
-¿Y qué eres, entonces?
-Yo soy bolchevique. [...] Lo que queremos los bolcheviques es fusilar a la gente como tu padre y después fusilar a los pobres, para que se enteren de que todos son unos sinvergüenzas y nadie merece que lo salven.
-Es una broma. Te estás riendo de mí.
-Claro que me río. Yo no soy nada, y lo que sea lo dejo si tú me lo pides.
-Estás loco, poli.
-Para nada. Tengo mi opinión sobre lo que vale la mierda que circula por la cabeza de la gente. Ni una lágrima tuya, preciosa