22 de septiembre de 2010

Soledad

¡Oh soledad, mi sola compañía,
oh musa del portento, que el vocablo
diste a mi voz que nunca te pedía!,
responde a mi pregunta: ¿Con quién hablo?

Ausente de ruidosa mascarada,
divierto mi tristeza sin amigo,
contigo, dueña de la faz velada,
siempre velada al dialogar conmigo.

Hoy pienso: Este que soy será quien sea;
no es ya mi grave enigma este semblante
que en el íntimo espejo se recrea,
sino el misterio de tu voz amante,
Descúbreme tu rostro, que yo vea
fijos en mí tus ojos de diamante.

Antonio Machado


Que la soledad existe, es algo por todos conocido, pero la soledad no implica únicamente estar "solo" físicamente en medio de un desierto, sin nadie a kilometros a la redonda. A diario podemos cruzarnos con gente que sufre la soledad rodeada de cientos de personas. Soledad es encontrarte en un grupo en el que no te ves encajar en los primeros días, soledad es ver caras desconocidas a diario, soledad es no entender completamente algo nuevo para ti. Pero la soledad no dura eternamente. Vas encajando ese grupo y ves que estaban tan solos como tú en un principio, las caras antes desconocidas empiezan a sonreir al darte los buenos días y, poco a poco, esas pequeñas cosas que no entendías, pasan a formar parte de tu conocimiento de una forma normal.

Soledad es cambiar de ambiente, soledad es no saberte adaptar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario