Ya no. Ya no.
Ahora está todo perdido, por mi parte al menos es así. No te sorprendas, que tú te lo has buscado. No te sorprendas, sabes que es así. Has dejado de ser... necesario, en tu medida. Menos mal, no hubiera soportado quedarme enganchada a ti.
Así que aquí estoy yo, libre, un poco enfadada, pero satisfecha de algo que había creído desaparecido en combate.
El invierno se acerca y ya no estarás metido en mi abrigo.